Todo está oscuro, las luces iluminan el escenario y no puedo creer que estoy frente a mi banda favorita, Adrián hace movimientos que cautivan a cualquiera por todo el escenario, los demás no puse atención porque no conozco ni sus nombres o con los instrumentos que tocan. Estoy del otro lado de la valla, podría estirarme para alcanzar aún más la locura pero no me atrevo.
Conforme avanza la canción cambio de lado del escenario por arte de magia y solo reacciono para gritar, acaba la canción y desperté con casi lagrimas en los ojos por lo que acababa de escuchar. Juré que algún día estaría en valla cantando esa canción.
Cuando estaba cenando me acordé de ese sueño y no puedo creer que mi sueño se hizo realidad. No puedo creer que cante y delire con esa canción. Y estoy segura que si no hubiera gritado como lo hice, las lágrimas se me hubieran salido...