Me abraza de tal manera que me hace sentir segura, como si nada mas importara, con tal fuerza como si se fuera acabar el mundo pero al mismo tiempo con mucho cuidado para no romperme, tal vez nunca logre quitar ese miedo tuyo.
Tengo la estatura perfecta para que mi oído escuche su corazón cantar y bailar para mi, golpea su pecho como si quisiera salir y comerme a besos, reclamando un lugar en el mío. Su tintineo es tan fuerte que logra sincronizarse con el mío.
Me mira como si yo fuera una pintura, una escultura valiosísima, como la obra de arte más frágil y valiosa entre todas las demás (aunque no lo sea). Al hacerlo, sus ojos se tornan más cafés que la tierra, cambian de color y se vuelven mas tiernos y misteriosos. Es como si tuviera magia porque puede descubrir casi todos mis secretos.
Me sonríe como tanta dulzura que delata lo nervioso que se pone al mirarme. Sus manos rodean mi cintura, mis hombros y no puedo evitar pensar que el día menos esperado terminaré más loca...