10 de julio

Siento que estoy rota, hay un hueco enorme por el que entra mucho aire para enfriar el corazón, la sangre ya corrió para tratar de entibiar mi cuerpo pero es un poco tarde, una parte de mi se congelo, quien sabe si aún tenga solución.

Las defensas están trabajando para que el frío no llegué al centro del corazón y no haya solución. En la agonía de la ruptura la herida trajo recuerdos dolorosos, tal vez haya sido a manera de auto-protección, los recuerdos hacen arder mi sangre, empeora si tomo tequila para el coraje pero el alcohol me mantienen tibia y me dan un poco de esperanza. 

Desde aquellos días sabía que dolerías como doliste, que me dejarías sola como lo hiciste, alguna vez desee que la distancia que existe entre los 2 estando en la misma habitación me hiciera recapacitar. En lugar de eso, peleaba conmigo misma por dejar de quererte y no al mismo tiempo.

En mi imaginación te grite mil veces por tu nombre, por algún apodo ridículo que te invente para casi suplicarte que no me dejarás e hice malabares para llamar tu atención y que me mirabas como aquellos tardes, cuando por fin me volteabas a ver, alguien o algo me despertaba de ese sueño y era consciente que debía odiarte como te lo dije. 

Tomé la medicina anti-tú sin importar que yo misma me envenenará, después de todo, no importa. Sé que soy fuerte y que con algo de suerte me saldría otro corazón, mejor aún, sanaría el que tengo y te expulsaría de ahí para siempre.

Tengo miedo de haberme enfriado un poco y que vuelva a hacer la misma tipa cruel y egoísta, la bruja sin corazón que hace 3 años me acusaron.

Sé que estoy rota y mal porque a veces ni mis ojos se inundan de lágrimas, me asusta el haberme secado, me digo a mi misma que estoy bien, no me sequé ni se me congelo el corazón, sólo significa que se formo una capa para hacerme más fuerte con un corazón como el que tengo.

Qué sé yo. Siento mucho la ausencia.