No escribí algo antes porque sé que eso querías y estaba tan enojada que fue mi manera de hacerte daño. Hasta ahora entiendo que debo soltar esto.
Me parece que te preguntabas (o preguntas) porqué tu nombre no se entreteje en algunos textos; la principal respuesta es la razón que puse un párrafo arriba.
Otra es porque me sentía presionada, llegue a sentir miedo y desagrado en publicar algo para que al final soltaras un comentario en forma de reclamo a pesar de que había puesto mi corazón en ese momento.
Me sentía forzada y tú sabes que a mis letras no les gusta salir así, ellas son tan libres como mi cabello que tanto querías poner en orden a veces.
Es curioso como han pasado más años de nuestra separación que lo que estuvimos juntos y siga sintiendo que no soy suficiente para ti o para alguien más.
Por más que digas (escribas, pienses o sientas) que yo soy la mujer de tu vida, de tus sueños o bajo las palabras que quieras corregir, sigues exigiendo cosas que ni al caso y que no puedes tener control sobre mi.
Ojalá fueras empático o al menos olvidarás un poco tu orgullo, tu arrogancia y tratarás de imaginar el daño que sufrí en su momento para que calmes esa voz que te dice que a mi me dabas igual.
El dolor que sentí al enterarme de que en realidad nunca te conocí. Te tuve a mi lado por el tiempo necesario y jamás imaginé que eras lo más alejado a lo que mi mente me decía.
Y ahora a pesar de que ha pasado tanto tiempo, dices que me sigues queriendo, que me extrañas pero yo sólo leo y traduzco que quieres que vaya corriendo a ti para pedirte perdón por alejarme.
Que me lamente porque me mentiste, porque destruiste mi confianza en ti. Que me arrepienta de seguir adelante con la vida, sonriendo.
Que me disculpe por las lágrimas que derramé al extrañarte, al sentir culpa y preguntarme qué hice mal yo para que nunca confiarás en mí.
Por sentirme egoísta por “abandonarte” cuando más me necesitabas a pesar de que estuve años contigo.
Siento que necesitas que me sienta culpable y mal porque según tú yo no te contaba mis cosas cuando tú ni te molestaste en confiar en mi. Pero si había tiempo para crear mentiras y hacerme sentir menos.
Ojo, ahora sé que tal vez no lo hacías a propósito, pero eso sentía en ese momento.
¿Por qué más te pido disculpas? ¿Por las risas, por los recuerdos, porque te supere y me enamore a pesar de que dije que no lo haría y que me quedaría sentada devaluandome en tristeza para que tú te sientas mejor?
Tú dime.
Siento que mientras más largo se haga este texto más te hago quedar mal. Querías una dedicatoria, ¿no?
No necesito que te sientas juzgado o atacado. Creo que ya te he hecho mal con mi silencio estando y no estando contigo.
Anoche me quedé despierta un rato después de todo este largo texto pensando, ¿Dónde te publicaré tantas letras? ¿Ves? Siento que para ti nada es suficiente por alguna razón. Como sea, no me importa pero siento que te debo esto.
Supongo que debo disculparme por los daños que también te cause, te he causado. Por las cosas que a lo mejor no cerraste. Yo tengo la suerte de ser distraída y eso ayuda a que las cosas se me pasen más rápido. No sé.
Sólo me queda decir gracias por aquellos años que me cuidaste, me enseñaste y estuviste conmigo, me escuchaste y me amaste a tu manera. Perdón por el dolor que te he causado, ojalá que encuentres tu tranquilidad muy pronto y perdure por mucho tiempo. Ya has sufrido demasiado.
Espero que conozcas muchas chicas y que alguna te robé el corazón pero que no te haga daño. Que vivas las cosas que siempre me contaste.
Lamento no escribirte cosas más lindas. Pero después de aquella despedida empecé a oscurecer todos los recuerdos y a borrar los lindos para no estar tentada a regresar a tus brazos.
Y no, no ha sido fácil, pero es lo que hay. Bip.