Clementine

Hace como un mes compré un girasol con su maceta, bonita como todos los girasoles lo son, como obviamente soy ridícula la nombre Clementine porque suena lindo (y porque vi una serie francesa), me comprometí a cuidarla como jamás lo he hecho porque en verdad quiero tenerla. 

A la semana se empezó a cerrar y en un inicio me culpe por no cuidarla lo suficiente, después vino la fase de enojo y la comparé con la rosa del principito, le llame egoísta porque no se daba cuenta que la regaba con amor, la sacaba al sol y metía para que no tuviera frío. 

En ese regaño hasta la compare con mis relaciones sentimentales, porque me han enseñado que yo no puedo retener a nadie a mi lado que no quiera estar conmigo, del mismo modo que a mí no me gusta que me tengan atada y sea tratada como objeto. 

Amaral me hizo ver que fui muy dura con ella y para la noche ya le estaba cantando, pero no funciono. Las cosas empeoraron porque una mañana antes de sacarla al sol vi que cada una de sus lindas hojas estaba mordisqueada por gusanos o animales. 

Me puse a llorar porque no pude evitarlo y vuelvo a mi necedad de querer controlar casi todo. Como buena millenial googlee soluciones y puse manos a la obra, maté varios insectos diminutos dentro de la bella flor, creo que varios días soñé que encontraba insectos y hasta un gusano gigante tipo el país de las maravillas. 

Pasan los días inevitablemente y mi Clementine no reacciona, una semana no paré de encontrar bichos y jamás los había odiado como hasta ahora y después sentirme patética por hacerlo cuando es la naturaleza. 

Agradezco infinitamente a Amaral por aguantarme, aconsejarme y ayudarme en la batalla que parece voy perdiendo porque ahora encontré un hongo.

Ya hasta suena la canción de Pedro infante "flor sin retoño" que puede anunciar que perdí la guerra. Más lágrimas porque no puedo dejarla ir, ya no sé si es por berrinche, testarudez, demasiada actitud positiva o estupidez, pero no quiero deshacerme de ella. 

Sé que esta peleando conmigo porque aún esta verde, las pequeñas hojas que crecen en su tallo crecen, son mi esperanza. 

Y ahora no puedo creer que una flor me haya enseñado tanto de mi y la manera de relacionarme con los demás. 

Luego les cuento como termina esto porque esta lucha va para un gran gran rato. 

Sin ton ni son

WeHeartIt

Mientras más tiempo pasa, más consciente soy que tengo miedo. Pánico a la hoja blanca, miedo a no ser suficiente para el texto, para las letras o para mí. 

Me empieza a preocupar el que diré, me exijo mucho a mí misma para esto y apenas estoy cayendo que deje de disfrutar el escribir cualquier cosa sin importar lo que yo misma me diga. 

Creo que todo empezó cuando me sentí muy repetida, me volví una copia al infinito de mi y pensé que para romper ese ciclo me debía de alejar de estas letras, al mismo tiempo me ahogo con ellas dentro de mi porque exigen salir, repetidas o no pero necesitan plasmarse. 

Tal vez me descompuse y ya no podré escribir como hacía muchos años lo hacía. Posiblemente es por la pandemia; a lo mejor es porque debo leer algo nuevo, ver más pelis o conocer gente nueva o sólo es un pretexto para justificar mi ausencia. 

La línea que dividía mi vida "real" (es decir, la de antes de la pandemia) y la que es ahora cada vez se hace más borrosa para ya no distinguir quien soy realmente, es decir, me siento más cómoda detrás de la pantalla, llámame cobarde pero hasta ahora he tenido suerte de conocer gente maravillosa así y he sabido alejar a quien no, casi siempre. 

Justo hace un año cuando me despedía de Flor a esta hora no podía parar de llorar por haberme alejado de ella una vez más estando en un país que hasta ese momento capte no era mío, sin importar cuantas veces lo recorra en películas o canciones, me aprenda sus costumbres, sus palabras y sus tiendas, jamás será mío porque no crecí ahí, porque tengo tatuado en el corazón a México y no lo quiero dejar. 

Argentina me seduce con tanta belleza que quiero imaginar que he estado ahí en vidas pasadas, pero en este momento soy de acá y nada se puede hacer para cambiarlo (y no quiero que cambie). 

Ya me fui. Hablando de Argentina, recuerdo que hace ya casi 9 años que caí ante los encantos de un chico que cree en mi cabeza, que jamás quiso saber tanto de mí como yo de él. Pero gracias a él abrí este blog para poder desahogar y liberar presión en el corazón de tanto amor que sentí por él en su momento, que un segundo se apago, se poncho como una burbuja de jabón y sólo quedan diminutas e infinitas gotas de amor, de enojo, de tristeza e incertidumbre porque al final es la única misión que no he completado pero ya no me interesa. 

Igual y si quiero completarla, sólo para demostrar que si pude y que tengo una foto con uno de mis grandes amores en la vida, bueeeh tampoco son muchos los que tengo, pero a él le guardo su lugar especial porque a pesar de la distancia, de los años y de la vida, me enseñó grandes cosas y por eso le estoy muy agradecida, aunque a él le de igual. 

Otra razón es para restregarle la foto a cierto tipo que a fuerza quería meterse en esos lugares a la fuerza. No quiero tocar ese tema porque si lo lee, será un buen pretexto para insultarme o escribir textos lastimosos haciéndose la víctima porque jamás tuvo o tendrá el valor de aceptar lo que es, no sé si porque él mismo sabe que es un monstruo o porque en verdad no se da cuenta y disfruta hacer sufrir a las demás personas a su alrededor. 

Yo digo que ya no estoy enojada o sentida con él pero por ejemplo, ahorita me vino un ataque como de enojo o estrés hacía su persona porque si a mi no me agrada, a mis letras jamás porque las reprime, las hacía sentir menos y todo se mezcla para hacerme cuestionar si en verdad es él o siempre he sido yo. 

Termina ahogando mis ideas, cada sílaba, desbarata letras y vocales para no poner algo coherente, tal vez aún tengo demasiado resentimiento hacía él que tengo que escribir todo esto, había dicho que ya no dejaría que me afectara y lo he cumplido pero llego aquí y no puedo evitar sentir este dolor y enojo, ojo que la palabra dolor me salió sin pensarlo, lo cual según mi lógica loca diría que es super obvio que me sigue doliendo y afectando, menos que al inicio de año pero igual afectando. 

Siento que no puedo escribir porque puedo ofender a alguien, después de todo, no puedes tener contentos a todos, he leído que si tienes haters es porque algo estás haciendo bien, el verdadero problema es que no sé si estoy de humor para aguantarlos. 

Pienso que me dirán algo y podría defraudarme de mi misma, después de todo, me expongo haciendo esto, pero cuando estoy en modo valiente me siento capaz de lo que sea, ya me las arreglaré en su momento, de ahí me vienen el exigirme, siento que debo tener algo bueno para que en dado caso suceda, entonces este lo suficientemente segura y tranquila para esquivar lo que se venga. 

Lo de la rosa de Guadalupe puede parecer una tontería pero estoy casi segura que me ha sucedido, no en forma de aire milagroso o con flores extrañamente halladas, pero si en el corazón; se pone a saltar, le llega una sensación de libertad, de fuerza o de alegría mezcladas indicando que estoy lista o que puedo continuar, como si me diera la señal que debo salir de donde estaba, que no importa cuanta ansiedad o miedo sienta antes de que suene el balazo como en las carreras atléticas, el momento adecuado llega y sólo reacciono porque el corazón es el más atento. 

Entonces, mejor dedico este texto a mi silencio, a mi miedo y a mi valentía, porque todo es necesario y cada uno tiene su razón de ser en la vida. Gracias por leer. 

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Perdido por Antonia

 Sólo vine a traer este curioso e intrigante cortometraje.

PERDIDO POR ANTONIA from Diego Bolaños on Vimeo.

¿Qué le pareció? Esta loco, ¿no?