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La Mariposa y el Águila.


Había una vez un águila que volaba libre por los aires, nada la detenía, no sabía de nada más que en su libertad de sobrevolar en paz los hermosos cielos del albor al crepúsculo. Un día de tantos, el águila se encontraba volando tranquilamente, cuando al bajar a Tierra para descansar un poco sus alas, se topó con un ser maravilloso en toda la extensión de la palabra, aquel ser maravilloso era una mariposa que plácidamente, también descansaba de su vuelo, en los pétalos de una flor de lavanda que crecía cerca de la rama donde el águila se había posado serenamente. Tal vez uno piense que como sería de esperarse, el águila iba a atender a su instinto natural y se comería a la mariposa, sin embargo, ésta ni siquiera la tocó, no, ésta sólo se limitó a verla, verla para apreciar los hermosos colores que tenía en sus alas aquel ser.
El águila siempre había encontrado paz en el aire, sin embargo, al contemplar con paciencia y calma aquella amalgama de colores, el ave también encontró ahí una paz, pero no una paz semejante a la de volar, sino una paz dulce, mucho más serena y sin tener que hacer el esfuerzo que implica el elevarse por los aires… ¡Cuánta belleza vio en aquellos colores, aquellas formas de espirales, esas tonalidades de morados y ligeros brochazos de azul que eran los que nuestra rapaz ave encontró bellos e incapaz de hacerles daño con su desagradable pico! Con serenidad, el águila contempló aquella mariposa hasta que ésta, de pronto se dio cuenta de la otra presencia. Rápidamente la asustada mariposa prendió vuelo, sin embargo, ella sabía que no tendría oportunidad ante ave semejante, así pues, decidió prepararse para la muerte. Sin embargo, cuando ésta creyó que su ser ya había pasado por el pico del ave, para su sorpresa, vio que seguía viva, y que no tenía ni un ala rota. Por un instante creyó que aquella ave ya se había ido, no obstante, cuando se dio media vuelta para regresar a sus flores de lavanda se percató de que el otro animal ahí seguía, silencioso, sereno, pero muy atento a ella. Temerosa y segura de que era una trampa, la mariposa se dispuso a marcharse de ahí antes de que el ave reaccionara, así que prendió vuelo y cuando estuvo a una distancia más o menos segura, vio que el águila seguía sin perseguirla. Extrañada, se fue acercando lentamente al ave, era curioso que un ser así no la matara, siendo que era su naturaleza. Con sigilo y temor la bella mariposa se siguió acercando, poco a poco, dubitativa a que la fueran a traicionar.
Por su parte, el águila, serena, pero imponente, veía a ese diminuto, pero hermoso ser, que cada vez que desplegaba sus alas, sentía una sensación de paz en su interior. Era definitivo, aquella ave había sido prendida por la belleza de la mariposa, sin embargo, él, aunque quería conocerla, sabía que eso era imposible, ella jamás se acercaría, es más, ella debía de haberse ido de allí, temerosa a que la fueran a matar. Pobre animal, apenas había conocido un sentimiento más profundo que la libertad de volar, cuando éste se alejaba por obvio temor hacia él.
De repente, algo que iluminó su vista cambió, a lo lejos veía a la mariposa volar con temerosa lentitud hacia donde se encontraba ¡Qué imagen tan reconfortante volver a ver aquella colorida delicadeza convertida en ternura y amor! ¡Cómo quería acercarse a la mariposa, conocerla, saber más de ella, convivir con ella y por qué no… volar juntos libremente! De pronto, la mariposa estuvo a tan sólo unos metros del ave, con temor a una traición, ésta vio las alas cargadas de plumas, el amenazante pico y sus aterradoras garras, sin embargo, cuando se topó con sus ojos, estos no mostraban más que admiración y cariño, “probablemente a ella”, pensó con ironía la mariposa.
Largo rato se quedaron viendo ambos seres, nadie se atrevía a hacer algo hasta que por fin, el águila había emitido su más delicado chillido con tal de saludar a la mariposa. Ésta, a su vez revoloteó frente a los ojos del ave, se posó sobre su pico y extendió sus alas como respuesta al saludo. Ambos siguieron comunicándose a su modo, una con aleteos y ligeros movimientos de antenas y el otro con delicados chillidos. No se podría saber qué pensaba la mariposa, pero en cuanto al águila, ésta se sentía querida por alguien "no más soledad, no más volar sin compañía alguna", pensaba el águila, por fin había encontrado una interesante y agradable compañera que aunque difería en muchos aspectos, era alguien encantadora, delicada, hermosa y que tan siquiera podría compartir un gusto, el gusto de volar.
Animados por esa extraña confianza que se habían adquirido. Volaron por horas, volaron y se perdieron en la inmensidad del planeta, dando giros, vueltas y piruetas, sumándose al fabuloso Cielo del día y más tarde del anochecer, virando entre nubes y estrellas, tocando casi la Luna. Aquellos dos seres compartieron unos hermosos momentos juntos, nada los detenía de vivir así, sólo la especie, una era un águila y la otra era una mariposa, pero qué importaba, en ese momento eran felices y si podían estar así, qué más daba lo que la naturaleza dijera. De pronto, cuando ambos se encontraban jugando entre unos árboles, la mariposa se detuvo de seco, revoloteó en torno al águila y como si de pronto hubiera recordado su naturaleza y la de su compañera, temerosa se alejó de la presencia del águila sin siquiera hacer algo. Él ave, extrañada por aquel comportamiento, chilló de angustia al ver a la mariposa alejarse, rápidamente quiso alcanzarla, pero cuando estuvo cerca de ella, el instinto del águila afloro y un desagradable chillido salió de ésta, aterrando a la mariposa, quien al ver la amenaza del pico, salió volando de ahí, con temor, duda y sin la intención de volverse a acercar. Cuando el ave se dio cuenta de ese error, quiso enmendarlo, volando cerca de la mariposa, pero ésta, en señal de rechazo, marcaba trayectos complicados para un pájaro de semejante tamaño, voló entre flores, entre líneas de rocas, entre cerradas copas de árboles, todo con tal de perder al águila, quien sólo quería pedir una disculpa por lo que había hecho. Pobre plumífero, él quería alguien y ese alguien se alejaba, lo evitaba y con miedo, por fin, ambos se perdieron de vista. Si la mariposa quiso alguna vez al águila, eso no se sabe, pero de que el ave sí quiso y no sólo eso, sino que amó a tan fabuloso y colorido ser, eso es cierto. A lo mejor en algún momento, aquella pobre ave sería aceptada y la mariposa regresaría para volver a volar con aquella calma, con esa paz y con esa libertad en la que dos seres diferentes pudieron alcanzar a la Luna y a las estrellas mismas.
Ahora, el águila ha esperado por un largo tiempo a esa mariposa sin siquiera saber por qué se fue… ¿por qué después de que se acercó y se pudieron permitir un breve y sereno momento de estar los dos frente a frente y a su vez, no se conocieron mejor, sobrepasando los límites de sus miedos, sus apariencias y su naturaleza propia? Si el alejamiento se debió al chillido que le dio, en verdad el águila lo sentía, él no hubiera sido capaz de hacerle daño a su hermosa y delicada compañera. Ahora el ave vive triste, desconsolada, sin poder buscar remedio a su pena, que tan amarga y tan dura es, más cuando al volar, en vez paz y libertad, ahora siente una terrible pesadez en sus alas, al mismo tiempo que el viento se torna en filosas cuchillas que desgarran su pecho, y el Cielo es un burlón juez que ahí sigue, viéndolo sufrir. No la volverá a ver, aquella hermosa mariposa se fue sin siquiera decirle por qué de su miedo y ahora, lo que el águila quisiera es un remedio a su dolor y si ese remedio es la muerte misma, qué mejor para no pensar más en aquel ser tan hermoso que por un momento se acercó a él, batiendo esa delicada y bella amalgama de colores morados y azules.

F. J. E. González

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Frases para conquistar un químico



  • La velocidad de mi amor por ti es linealmente positiva y tiende al infinito
  • No existe referencia, ni siquiera fórmula empírica, que explique lo que siento por ti.
  • Solo tú logras estabilizar mi aromaticidad.
  • Una mirada tuya es capaz de llevar la entropía de mi corazón hasta límites al infinito. 
Fuente: 4 my love

Rosa

Cuando estaba escribiendo el post del 8 de marzo capte que cuando era pequeña, te imponen el rosa y como es obvio con el pasar de los años en tu mente hace raíz el pensamiento que el color rosa es para "niñas", que es sinónimo de "feminidad", "sensibilidad", "dulzura" y cuanta cosa se ocurra similar a esas. 

Conforme fui creciendo y fui consciente de eso, la verdad es que me dio asco porque no quería que me vieran como "delicada", incluso llegué a pensar que "el ser muy femenina" es como un insulto, pues en mi cabeza significo que con el rosa estaba aceptando que mi lugar en esta vida es casarme y tener hijos, vivir esclavizada en casa esperando que llegué el hombre que provea y con eso "ser feliz". 

Es decir, soy "delicada" pero tampoco quiero que sepan porque creo fielmente que eso pueden agarrarlo como debilidad y no. Cada día agradezco ser así por otro montón de cosas que no diré aquí. 

Al relacionar todo esto, en un acto de rebeldía (si puede llamarse así) empecé a elegir colores oscuros, mientras más alejados del rosa mejor. 

Por un rato jugué a hacerme la ruda aunque me estuviera cagando de miedo, al final tampoco podía estar mucho en el negro al 100%. 

Con o sin rosa igual tengo nervios, miedo, incertidumbre o empoderada. 

En algún momento del camino entendí que un pinshi color no define quien eres y mejor aún, que el hecho que te guste o no el rosa decidirá si eres o no ama de casa con esposo e hijos. Si esa es la vida que deseas con o sin rosa lo harás, si no, pues no. 

Ahora que lo escribo suena de fácil procesamiento pero al menos a mi me costó trabajo asimilarlo, por eso ahora tuve una explosión con este color, tanto que se me subió a la cabeza y decidí teñirme el cabello, elegir el rosa como un acto de rebeldía a mi misma para tirar estos pensamientos que existen dentro de mi. 

Porque si bien, sigue siendo "un color femenino" las "niñas" hacemos las cosas chingonas, delicadamente, sensiblemente pero imponiendo nuestra voluntad; peleando contra imposiciones machistas e idiotas que nos quieren hacer sentir menos. 

No esta mal hacer "las cosas como niñas",  es mejor cuestionar a quien lo piensa ¿por qué lo dicen? o en todo caso ¿Por qué esta bien o mal usar el rosa?

Al final, sigue siendo un color que lo pueden (y deberían) usar libremente al gusto de cada quien sin importar el género. 

Digo, ese pensamiento sigue en mi mente pero lo estoy re inventando para mi misma de una manera no tan tóxica o, al menos, eso quiero hacerme creer. 

Hace tiempo me llamaban fría y ahora hipócrita porque me convertí en lo que juré (en el cerebro de personas ajenas a mi) destruir y con el rosa me convertí en "cursi", pero ahora me doy cuenta que siempre he sido así, sólo que no lo había aceptado, me la pase corriendo y ahora he dejado que me invada.

Sólo me queda decir: Y ME RE ENCANTA SERLO

Ya no sé ni porque escribo esto, pero diré que quiero desahogarme y obviamente presumir mi cabello rosa que me re encanto. 

Sin mirar atrás

Te quiero mansamente, entre las sombras de las falsas ilusiones 
Te quiero como para leerte cada noche, como mi libro favorito quiero leerte, linea tras linea, letra por letra, espacio por espacio 
Te quiero para tomarte de la mano bajo el firmamento y mostrarte los te amo escondidos entre las estrellas 
Te quiero sobre las hojas de otoño , hablando de nada pero a la vez de todo y en un arranque de locura beber tus lágrimas mientras desfallezco en tus labios 
Te quiero para buscarte entre las frases no dichas, entre los pensamientos enterrados, entre las maneras complicadas quiero encontrarte y después no dejarte 
Te quiero como para llevarte a mis lugares favoritos y contarte que es ahí donde me siento a buscarte en la niebla de miradas que no son tuyas pero aun así te busco 
Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso si, tomados de la mano, mejor dicho del corazón 
Te quiero como para sanarte, y sanarme, y sanemos juntos, para remplazar la heridas por sonrisas y las lagrimas por miradas en donde podremos decir mas que en las palabras 
Te quiero por las noches en las que faltas, te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y dormir en tu pecho, sin sombras ni fantasmas, te quiero como para no soltarte jamas 
Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás

Mario Benedetti

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Como siempre, estaba en tumblr muy feliz (jajaja) y me encontré con un fragmento de este poema, al instante me re enamore y lo busque completo, solo lo encontré en yahoo respuestas (creo) y me enteré que dicen que es de Sabines, pero en realidad es de Benedetti. ♥ Como sea, me encanto y como siempre, para TI ♥ 

Globos

Cuando era niña mi abuelita nos decía que pusiéramos en el suelo un tapete que habían comprado para jugar en el patio, un día se nos ocurrió acostarnos para ver el cielo y encontramos un globo que se perdió entre nubes. 

Mientras lo buscamos vimos otro, al girar la cabeza otro y otro. Algunos distinguíamos que color eran pero algunos otros que volaban más alto ya no era tan fácil decirlo.

En algún año, recuerdo que nuestra imaginación mezclada con inocencia juramos que una nube tenía forma de rey mago, en ese momento coincidió una corriente de aire en lo que parecía la forma de su mano y pudimos observar como el globo desapareció.

Obvio mi hermano, mi prima que estaba con nosotros y yo nos quedamos super sorprendidos. Hasta ahora no estoy segura si ellos lo recuerden o qué piensen pero quiero seguir creyendo que aquel día vimos a un rey mago. 

Desde aquel día, cada año nos poníamos a ver globos cada 5 de enero; por la tarde le escribíamos en el globo nuestros deseos, conforme fueron pasando los años los juguetes se convirtieron en conciertos, viajes y en mi caso, buenas calificaciones (jajaja). 

Ahora ya no lanzamos globo para ya no contaminar más de lo que ya hemos hecho pero mi lista de deseos sigue siendo larga aunque más madura que años atrás.

Espero que los reyes magos le traigan salud, esperanza, fuerza y/o conciencia para salir del covid. O en todo caso, un poco de alegría o lo que haga falta en su vida. 

Llamada

La primer llamada del año. En vano suena el timbre de aquel viejo teléfono pues del otro lado no hay nadie quien lo conteste. 
Más triste el hecho de no aceptar que lo ignoran y esa llamada jamás será respondida y ella mucho menos,  correspondida. 

1401151612

Villanas

Yo no soy una víctima o protagonista de alguna telenovela, película o libro, mucho menos soy la villana de la historia que llega gritando: yo me opongo.

Sinceramente me gustaría ser la malvada porque son más inteligentes, astutas y habilidosas, además siempre terminan siendo más recordadas que la misma protagonista. Si, eso quiero. 

Lo triste de este "cuento" es que me empiezas a dar igual, a mis letras e ideas ya les das igual, ya no tienen tu esencia y lo que alguna vez desee se hiciera realidad contigo lo estoy viviendo con alguien increíble.   

Tengo una caja de reclamos para ti, pero no me atrevo a sacarlos porque es probable que me ataquen a mí y no tendrían piedad hasta destruirme. 

Es porque acepté todos los términos y condiciones como si fuera cualquier sitio web, sin leerlos y sin importar nada más. Yo sólo quería ver tus ojos y tu sonrisa que me derretía. 

Siempre dijiste que yo no fluía cuando estaba a tu lado, al inicio pensé que tenía un problema. Jugabas al decirme que temblaba como hámster al tenerte frente a mí. 

Me hice daño varias veces porque pensé que no sentía lo suficiente para ti o para alguien más. Me preocupe porque teniendo el amor que te tenía parecía que no alcanzaba, entonces ¿Cómo le iba a hacer con alguien más?

Ojo que no es reproche o reclamo; hoy he entendido que tenías razón. Yo no estaba a tu "nivel" de energía. 

El que no fluía eras tú. Yo temblaba para contenerme y "bajar a tu nivel". Y no porque tú seas menos o más que yo, es porque no querías fluir a mi lado. 

Puede sonar arrogante pero yo me esforzaba por llamar tu atención cuando JAMÁS debí hacerlo porque TÚ NUNCA QUISISTE. 

Y si, mi error fue querer meterme a la fuerza en donde no correspondía. No es necesario que me diga lo torpe que fui. No me arrepiento de nada. 

Para ti era más básica la energía que necesitabas para decir: si acepto una relación. 

Sólo basto un beso de la persona "correcta" (para ti) para transportarte a lugares que juraste no volver a pisar, para que permitieras transformarte en su ideal. 

ACEPTAMOS EL AMOR QUE CREEMOS MERECER

Me molesta explicar porque escribo esto pero siento que es necesario para dejar las cosas claras porque si lo lees, puedes sobre pensar las cosas y tampoco se trata de hacerte pasar un mal rato. 

No quiero hacerte quedar mal porque yo sé que la única culpable en esa situación fui yo y ya lo dije, no me arrepiento. 

Sólo necesito desahogarme y poder cerrar esto, lo publico porque me salió natural, aparte me alegraría mucho que si alguien lo lee y tiene una situación similar a la mía (porque obvio no soy la única a la que ha sucedido esto) sepa que no hay NADA de malo en él/ella/elle, sólo somos la pieza en otro rompecabezas.

Y también quiero decir a los que vieron toda esta situación de cerca: Ya chale con su telenovela. Maduren, sean y dejen ser felices a los demás. 

París

Parece que estamos en casa tratando de averiguar lo que le molestó a mi papá; un berrinche de su parte ya no es novedad. 

La única pista que dejó fue un pan en la mesa. Tal vez imaginó que sería como Hansel y Gretel. Tiene la habilidad de manipular a mi mamá y a mi hermano a su antojo. 

Yo estoy como espectadora viendo el drama y bien enchilada por las ridiculeces que nos hace pasar. 

Quiero escribirle lo que en verdad pienso, mejor aún, llamarle y casi decirle en su cara, capaz y me suelto a reclamar tantos años. Ja, mis traumas. 

Tal como lo sospeché mi mamá y mi hermano van tras él, temen que pase algo que nos arrepintamos después. 

Exactamente no sé si hay pandemia pero creo que es lo menos importante en este momento. 

Me quedé hipnotizada en el patio, como siempre, no sé qué hacer o decir. Puede que ellos hayan pasado frente a mi para ir a buscarlo. 

Yo, como cuando era chiquita, me quedé con mi abuelita que estaba en la puerta espiando o despidiendo a mi mamá. 

Me llamaba y me decía que fuera a ver para que le dijera que era ahí. Estando a su lado le dije que era la torre de Pisa y que si quería ir, yo giré la cabeza a la izquierda. 

Detrás de un árbol se veía el museo de Louvre. Me emocioné y la convencí que mejor fuéramos ahí porque le gustaría más. 


Ahora que lo pienso, no sé si la obligue; pero ella aceptó. Le dije que iba por las llaves y le expliqué a mi tío que ahorita veníamos y le pregunté si iba a salir, él dijo que saldría y me volvió a recordar que me llevara llaves por si acaso. 

Salí con mi abuelita tomada de mi brazo, emocionada porque quería ir conmigo (o yo con ella) al museo. 

Íbamos caminando como si fuera a tomar el camión cuando encontramos de frente a una pareja, mi abuelita exclamó: excuse moi y yo le dije que no preguntará porque yo no iba a entender. 

Me sorprendí al escucharla hablar francés. La pareja dijo que no entendía pero ahora en español. Estando a la mitad de esa pequeña subida volteé y en sentido contrario veía el museo y mi cerebro no procesaba como iba a llegar yendo en sentido contrario. 

Saqué el celular y google maps no funciona del todo bien en sueños, porque tardo mucho en cargar, como pudo me señaló el camino y me dijo que debía cruzar el puente y atrás de la barranca de mi casa hallaría mi meta. 

Caminamos hacía bajo, pasamos por un túnel con mucha vegetación. La sorpresa fue que al final de aquel pasillo vegetal estaba la entrada a nada más y nada menos que al museo de Louvre. 

Estaba enorme, un poco concurrido. Bajamos escaleras estilo Grand Central Terminal y antes de comprar boleto le pregunté a mi abuelita si había comido porque el camino iba a ser largo. 

Me dijo que no, di la vuelta para llevarla a la cafetería donde curiosamente todo estaba en español o mágicamente entendí francés.

Estaba angustiada porque no había llevado mi computadora y mis vacaciones se habían terminado, pero espante esos pensamientos porque estaba con mi abuelita en París.

Yo me moría de ganas de ver la Gioconda y cualquiera que estuviera de Van Gogh.  

Ella iba a elegir que comer, pero antes le propuse que saliéramos para tomarle la foto de recuerdo, dije que si pero por ahora sólo le iba a tomar una foto afuera del museo, sólo que no encontré la salida. Mi despertador sonó y regresé desde París con mi abuelita. 

*** Nota ***

Es claro que esto es un sueño y debo aclarar que no todo lo recuerdo con tanto detalle, algunas partes las acabo de crear para llenar ciertos huecos que quedaron en el aire que seguramente estaban pero mi memoria no es tan fiel. 

Fue un sueño hermoso porque estaba a mi lado y muy lejos aunque mi nulo conocimiento de como son aquellas calles las imaginé fuera de casa, pero creo que ahora es un nuevo propósito. Es re obvio que la sigo extrañando mucho. 

No era yo

Estoy en mi habitación, son las 5:23 de la tarde y estoy queriendo alcanzar un juguete que mi mamá me escondió en la parte de arriba de una repisa, hasta arriba y atrás para que no lo viera. De hecho, no estoy segura si lo encontré. 

Pinterest

Seguramente hice alguna travesura y ese era mi castigo, pero como siempre he sido bien necia y mi mamá no estaba pues le jugué a la rebelde. 

El mueble era más o menos parecido a la imagen de arriba y mi corta estatura en ese momento, propio de una niña, apenas logré subir al primer cajón, de pronto algo me hizo corto circuito y mi sonrisa se pone en pausa porque dentro de mi cabeza me empiezan a gritar, no supe si era por mi nombre o por el apodo que dice mi mamá. 

Me quedo quieta por un rato por si los gritos eran reales y ya me habían descubierto o estaban a punto de hacerlo. 

El silencio del cuarto me responde y sigo con mi travesura. Trepada como chango trate de continuar porque ese juguete debo tenerlo conmigo.

Volví a escuchar los gritos, siento que ya los había oído hace tiempo, pensé: hacía tiempo no me pasaba. Pero los gritos vuelven a atacar como si hubiera viajado al futuro y hubiera sabido la santa regañiza que se me puso. 

Esta vez es noche, pasaron como 20 años y ya no me subo a las repisas, simplemente estoy jugando con  mi celular para pescar un poco de sueño y seguir de largo hasta que suene mi alarma por la mañana. 

De pronto, no supe en qué momento o de dónde vino la sensación de no ser yo. Tal como cuando estaba pequeña, me quede quieta, así es como supe que no estaba siendo yo. 

Es como si fuera consciente de que mi cuerpo es sólo el cascaron para "mostrar" quien soy, que puedo adornar con ropa, accesorios y/o tatuajes a mi antojo; el contenedor de la vida que quien sabe donde radica; donde el tiempo deja marca con el paso de los años cambiando el tono del cabello, de la misma piel o simplemente dibujando líneas; y que la persona que digo ser, en realidad vive dentro.

La que tiene el control (como en los hombres de negro 1) es esta que escribe, que siente y decide si mueve o no los dedos. Pero esa noche me volví espectadora, como si alguien con el carácter fuerte y opuesta a mí, me hubiera empujado. Es decir, a lo que creo ser. 

Siento que me convertí en una fuga musical, digamos que la frase principal es la esencia que soy todos los días a todas horas y se hubiera superpuesto otra esencia diferente tratando de ocupar mi cuerpo. No sé si me explico. Dejaré un ejemplo de fuga musical y si no me entiende, aunque sea musicalice el día. 

Sentía que mi cara hacía gestos exagerados que no haría yo, es decir, sé que yo no muevo el labio cuando algo no me parece, o a lo mejor si pero no de esta manera exagerada y marcada que sentí. 

Mis ojos se movían un poco desesperadamente. Me empecé a asustar y es cuando los gritos volvieron a aparecer. Creo (digo creo porque en serio no recuerdo bien que pensé) que pensaba algo como: yo puedo más que tú, tonta. Quítate. Sin groserías pero si de una manera violenta y agresiva. 

Me empecé a asustar más porque dije: no soy yo, ¿qué hago?. Tuve la sensación que iba a entrar a una pesadilla. 


Mis manos seguían jugando two dots pero en modo robot, quería gritar y ni siquiera estoy segura de que haya estado moviendo los ojos desesperadamente o la cara con gestos no normales en mi (o que yo reconociera). 

Las voces sé que no eran reales y que es como si estuvieran dentro de mi cabeza pero en forma de humo, ni siquiera algo más "material". Sentía mucho miedo y lo único que mi cuerpo hizo fue bloquear el celular y acomodarme para dormir. 

Me di la vuelta, acomode mi teléfono para escuchar la alarma, me dormí y ya. 

En la mañana me sentía rara porque tenía miedo que lo que sea que haya pasado en la noche se volviera a presentar o que yo no estuviera en el cuerpo y sólo fuera espectadora de alguien más. 

Aún cada noche, siento miedo que me vuelva a pasar. Espero hacerme entender porque en serio me costo trabajo encontrar una analogía a lo que sentí esa noche.