Más que tormentoso con lluvia de lágrimas diría que fue el año de pérdidas.
Iniciando con el miedo. Entré a mi primer trabajo como desarrolladora front end, me enfrenté a mi misma por enésima vez, pelee contra mi orgullo y hasta el día de hoy sigo peleando para perder el miedo a equivocarme, a preguntar o aceptar que no soy ni tengo porqué que ser perfecta.
Perdí el miedo a aceptar que ser yo es lo mejor que me ha pasado en la vida. Que está bien tener un background como el que tengo y descubrí que ese tipo de cosas por alguna (Si quiere patética) razón me llena de orgullo. Y saber que debo de sacarle provecho a ser dispersa, ingenua e infantil...(la lista es larga, pero no importa).
Me deje llevar por mis sentimientos y a pesar de que me rompieran el corazón como hacía mucho no lo hacían, sirvió para reafirmar lo fuerte y valiente que soy. A entender que de verdad no necesito a ningún patán a mi lado.
Una caída que me enseñó muchísimo y agradezco infinitamente que haya pasado porque después de todo descubrí que me libre de cosas que aún no estoy lista y que a pesar de toda la mierda que me puedan tirar o yo misma me embarre puedo seguir teniendo la capacidad de querer y dar amor a mi manera, y a quien no le guste eso, que mejor busque a alguien más.
Perdí el miedo a andar de noche yo solita y en hacer cosas en general con mi propia compañía sin que me importe lo que piensen de mi.
Me atreví a perder el miedo a ahogarme al meterme a clases de natación, aunque fueron pocos meses, ahora quiero convertirme en un pez (como siempre). Siempre extrañaré a mi maestro que nunca supe como se llama, jaja.
Entendí que no debo forzar las cosas y que sea cual sea el final, debo disfrutar el momento. Y que a veces parece que las cosas coinciden a la perfección.
Los primeros meses crecí tanto que de una vez por todas terminé por aceptar lo dispersa, enamoradiza, idealista y soñadora que soy, pero que los debo aplicar bien para mi beneficio.
Bueno, no todo fue pérdidas en los primeros 6 meses del año, me compartieron y conocí mucha nueva música. No recuerdo que en un año haya conocido a tantas bandas, canciones y hasta bailado nuevos sonidos. MOM, Belly Basarte, Tessa Violet, Andy Grammer, Bandalos chinos, Pale Waves, Superorganism, Lianne, Matisse, the 1975, Usted señalemelo, Tash Sultana y debo admitir, alguno que otro reggaeton. Y más canciones de madame Recamier.
El año de mi primera valla sola y que la disfrute muchísimo. La primera vez que escuchamos y vimos a madame Recamier en vivo. Volví a ver y escuchar a Anni B Sweet y de pilón al guapo de Javier Doria <3. Descubrir que a veces no se lleva el suficiente ánimo o el adecuado para disfrutar conciertos históricos como el de Gorillaz. El año en el que conocía pocas bandas en el Corona pero lo disfruté mucho porque conocí mucha música y me deje ir con ella. Un requiem (con mis propias explicaciones), una carmina burana (con mucho chisme) y muchos conciertos navideños con tristeza incluida. Y, obvio, el nuevo disco de mis amados Baba.
Decidí dejarme crecer el cabello y hasta ¡¡me peiné!! Me di cuenta que todos los días son diferente y que debo de disfrutarlos mucho, que puedo encontrar algo "anormal" en donde menos lo piense y hasta puedo crear historias con ello.
Entender que si no me habla, en verdad no lo necesito y que mejor debo agradecer que el "destino" o lo que sea que sea me alejan de la gente que no es para mi.
Volver a visitar Guadalajara muy fugazmente y darme cuenta que todo cambia según la perspectiva con que lo ves y tomas las cosas buenas y malas que te suceden.
Identificarme más con Van Gogh, Remedios (más que con Leonora) y hasta un momento del año con Amy Winehouse, que amo demasiado la voz de Freddie, que lo admiro y que la frase de ser auténtico la debo de poner en marcha para conmigo.
Que no importa lo mal que en verdad esté o me sienta, mis animalitos siempre me sacaran una sonrisa porque ellos siempre están a mi lado, como mi familia.
Cuando pensé que el año trataba de decirme que todo iba a estar bien con mi foto y stand ups de liniers y Montt. Visitando la expo de Leonora Carrigton, canciones y baile en un karaoke. Una salida en el lugar equivocado pero con un corazón hermoso y noble, comiendo pizza y helado. Cumplir oficialmente 10 años de ser fan de mis amados argentinos y saber que este amor por ellos está lejos de desaparecer.
Imaginaba que en octubre no tenía pruebas suficientes para declarar el año de la mierda porque a pesar de todas mis lágrimas, aprendí un montón en todos los sentidos.
Hasta que llegó el día que me golpeó como un tren de frente y ni tiempo me dio de cerrar los ojos, que me ha dejado una marca que no sé si un día cierre, porque lejos de aceptarlo abrió el miedo de perder a alguien igual o más importante para mi.
Comprender que la gente a la que amo de verdad no es para siempre y que debo aprovechar las oportunidades para decirles que las amo mucho y más que decirlo, demostrarlo porque nunca se está preparado para estas cosas.
Perder a mi abuelita trajo como consecuencia darme cuenta lo mucho que me enseñó y sigue enseñando. Que siempre tendré su esencia en mi y haré lo posible por tenerla siempre. Saber que la abracé y que con eso debo estar tranquila porque sin saberlo me despedí de ella. Y que obviamente, lo mucho que la amo a pesar de sus regaños y groserías que me decía o hacía.
El penúltimo mes quería hacerme olvidar un poco el enorme vacío que aún siento cuando me encontré al mismísimo Dárgelos, Tuta y Carca, me paralizara, me tomara una foto y regresar temblando con una super sonrisota.
También me regaló tener una clase con otra famosa ilustradora y dibujar sin tener la más remota idea. Disfrazarme como una de las mejores ideas que he tenido y sentirme original con ello.
Y finalmente para cerrar con broche de oro el año, hacer un caos mental por no saber lo que pasará en el trabajo o lo que haré y que me regrese el miedo de sentirme desechada otra vez. Olvidar esa loca idea, armarme de valor y mejor cantar más fuerte en honor a mi abuelita.
Pasar un cumpleaños cantando y que el coro me cantara, con una rica cena y muchas felicitaciones.
Sé que este año perdí muchas cosas y que se convierten en poca cosa si la comparo con la pérdida de una de las mujeres que me inspiró, cuidó, marcó y seguirá marcando mi vida a pesar de ya no estar físicamente conmigo.
Esas cosas pequeñas que perdí en el año me sirvieron para aprender cosas muy valiosas y que además era necesario perder para dejar espacio a las nuevas cosas que sé que vendrán el siguiente año (o eso me gusta creer).
¿Ahora entiende porqué no hubo tantos post?
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