Querido bigote,
¿Cómo estás llevando la cuarenta? ¿Me extrañas? Es curioso como algunas personas se están volviendo locas con el encierro y no tener contacto con otro ser humano diferente a la gente que ve todos los días, o peor aún, con otro ser humano que no sea el del espejo.
Decir que te extraño ya perdió sentido porque después de esta crisis que está sucediendo en el mundo, la definición cambiará completamente. ¿Crees que el fin del mundo está cerca? Se escuchará muy dramático, pero para mi uno de mis mundos se acabo cuando te fuiste tan lejos de mi.
Con tanto encierro y dramatismo en redes sociales me he alejado de ellas porque me estresa la gente que me da la sensación que no quiere enfrentarse a si misma, qué sé yo, las estoy juzgando y me caigo mal yo misma por eso. Es un círculo vicioso.
Entonces mejor me voy al silencio para que me susurre bellos recuerdos a tu lado, como cuando me diste el dibujo deseandome feliz cumpleaños y creo que había una competencia por cuales ojos brillaban más en ese día tan caluroso.
Igual estar encerrados y aislado es horrible, con silencio o con ruido porque si todo se encuentra callado, los pensamientos atormentan y deprimen, no siempre se tiene la fuerza para enfrentar ciertos demonios.
Por el contrario, si pones música o algo para alejar esos malos pensamientos te topas con canciones que has unido a personas, como la que me cantaste cuando cumplimos 1 mes y por cada segundo que dura aquella canción estás presente, mi cerebro entra en pausa para reproducir aquella imagen y reacciono hasta que tengo los ojos inundados.
Puras calamidades conmigo, excepto tú. Me gustaría contarte algo más interesante, pero como te lo dije por la videollamada, no pasa mucho. Excepto los días sin verte; esos los tengo contados cual prisionera declarada por el gobierno soy como muchos otros.
Ojalá fuera prisionera en tus brazos y que me hagas cosquillas con ese bigote sabor café. Entre tanto pensamiento he logrado deshilachar que mientras unos deseamos estar con alguna persona, para otras pueden estar librando una batalla por aguantar al marido odioso del que se quieren separar, del que las golpea o las insulta todo el día.
Si esto termina algún día, ¿Crees que las personas cambiaremos nuestra forma de vivir o sucederá como siempre; olvidaremos esta crisis y las cosas empeorarán?
Basta porque me pongo en modo ensoñación y esto no termina.
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