Han visto como hay tubo con curva para cambiar el sentido de la corriente de agua (se llama codo según google) para mi así fue el 2020.
Sin algo que pudiera anticipar la curva se vino la pandemia para modificar todo el flujo que se traía en quien sabe cuantos siglos.
Siguiendo esa analogía y obviamente, 2021 debía traer consecuencias de un año atrás (jamás entendí a las personas que pensaron que este año sería diferente)
Bueno, en parte si lo fue, aunque no se ha podido controlar el virus al 100% al vacunar a medio mundo creo que la cosa disminuyó un poco, o eso me hago creer porque los primeros días del año yo ya estaba llorando de preocupación.
Un año que empezó con susto y en los últimos meses se vino otro más grande, pero que gracias al cielo todo salió bien.
El año en que teñí mi cabello de rosa esperando que mi vida también lo fuera o al menos me acompañará esa idea para pintarlo de ese color.
A pesar de eso, caí en terapia otra vez por ansiedad y que aprendí otro tantito de mi porque me ayuda a no caer en pensamientos o actitudes tóxicas conmigo misma.
Sufrí otro susto por culpa de un ataque de no sé qué, pero de aceptar lo que soy y lo que no también. Creo que con ello se me han venido más lágrimas, normalmente diría que este año ha sido en el que he llorado más, pero hasta cierto punto siento que miento porque eso digo siempre.
Los meses se pasaron tan rápido que hasta en la mañana me acordé que después de un año se pudieron realizar los juegos olímpicos de Tokio.
Un año en que he estado más cerca de Amito precioso y saber que no hay manera de agradecer por todo lo feliz que me hace, por compartir historias, fotos, risas, opiniones, su imaginación, series, travesuras, canciones, regalos y hasta ser mi complice para rescatar a Mozy.
¡¡El año en que volvieron los conciertos!!!! Ahora si que como dice la canción: gracias a la vida (y a la ciencia) por darme tanto y permitirme volver a ver a los bandalos chinos al lado de Amaral, cantar y llorar de tanta emoción.
Por el regreso de los baba con nueva música al igual que con los bandalos y mi retorno a la sala Neza del otro lado del escenario pero seguir siendo parte del coro.
Agradezco mi sensibilidad, paciencia, intuición y aunque no quiera, a mi optimismo porque eso me ha ayudado a salir de la oscuridad generada en el año.
A mediados de año pensé que podría perder a una de mis mejores amigas inseparables, mi Estrella, pero después de calmarme descubrí que ella también lo hacía y eso ayudo mucho; con ello sé que la amo mucho y lo importante que es y será. Me parece que también debería agradecer el dejarme otro ratito con su compañía.
El año en que he aprendido a que si en verdad me gusta algo me obsesiono y que de algún modo eso está bien.
Un año en que me enamoré más del arte drag y fui consciente de lo mucho que les admiro en todo sentido.
Gracias al año por dejarme seguir en el trabajo aprendiendo en todo sentido y conociendo a personas geniales como a Pau y dejarme festejar mi cumpleaños rodeada de la gente que amo y es super importante para mi, que a pesar de la distancia me muestra su amor y me dedica un ratito de su tiempo y me deja vivir en un cachito de su corazón como ellos viven en el mío.
Creo que estos resúmenes ya no me quedan tan padres como antes, pero ni modo, eso demuestra que he cambiado, entender que eso está bien y estoy aprendiendo que no debo compararme con nadie, ni conmigo misma en el pasado.
Gracias por el aguante de estar aquí otro año más. Ojalá que su año esté lleno de amor pero pincipalmente de salud para que no le toque el covid ni a su familia, es más, ojalá que se acabe pronto esta situación y sea un año lleno de risas, aprendizaje y mucha mucha música.
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