Mi nombre es Frijolito, soy un pequeño gatito negro de año y medio que parece llevar una vida normal. Después de haber nacido en la calle y haber vivido un corto tramo de mi vida en ella, ahora resido en una casa con otros gatos domésticos y una mujer a la que llamo mamá. Les voy a contar como la conocí, me perdí y la volví a encontrar.
La primera vez que vi a mi mamá humana, yo tenía mes y medio de haber nacido. Me escondí debajo de un carro por temor a que me hiciera algo, aunque no percibí maldad en su olor, decidí mantenerme a distancia.
Me sorprendió que no insistiera en agarrarme y se marchara. Pensé que había logrado evitarla, pero poco después regresó con comida seca y me la ofreció. Hambriento, me acerqué a comer y, aunque intentó agarrarme, siempre fui hábil en esquivar sus manos. Como no logró su cometido, se retiró.
Pronto lamenté no haberme dejado atrapar porque volví a tener hambre y aquella humana no volvió con más comida. Por las noche me escondía en las llantas de los artefactos que hacen un endemoniado ruido como si hicieran un horrible intento de ronroneo y ellos lo usan para desaparecer de la calle.
En las noches, casi siempre me ponía muy triste porque extrañaba a mi mamá y a mis hermanos. Me salí de la manada y terminé aquí solo, maullando para que alguien regresara por mi, pero sólo pasan humanos sin que nada ni nadie les importe.
A veces, perros merodeaban la zona y yo me quedaba lo más quieto y callado que podía, solía ensuciarme de tierra para salvar mi olor y engañar a esos animalejos que babean por todo. Me dan asco y miedo.
Pasaban días y aquella humana no traía comida, en cambio, venían extraños que intentaban agarrarme pero como olían a ser malos, huía y me escondía.
Varios días después, la humana que huele a otros gatos y habla como si me entendiera, reapareció con comida, esta vez, trajo algo más sabroso, jamás lo había probado pero me agrado la textura, el sabor y sobretodo, la parte líquida. Al terminar, le agradecí y me fui apresuradamente. Ella pareció enojarse y entristecerse, sin comprender por qué.
Al día siguiente no volvió a darme de comer, de vez en cuando oía su voz aguda pero no entendía lo que decía, yo no salía por temor a que algo me pasara, sobretodo porque era temprano y podría ser peligroso.
Pasó un señor amable y me llamó "Frijol", me gusto aquel sonido de la pronunciación de las letras, ahí fue cuando empecé a desear un hogar y un humano que me amara mucho, me llamara por mi nombre y que me acurrucara en su regazo mientras veía cosas brillantes con movimiento en un cuadro.
Posiblemente alguien me escuchó y me lo concedió porque una humana apareció, no era la misma de días anteriores, pero tenía un olor y voz similar, además que me inspiraba confianza. Me dio comida y no podía darme el lujo de rechazarla, mi estómago me exigía llenarlo con lo que fuera. De pronto, sentí un jalón, me defendí pero fue inútil, ya me tenía en sus brazos.
No sé si aluciné pero escuché la voz de la primera humana, mi corazón no paraba de latir fuerte y mi cabeza de generar pensamientos horribles. Es ella, estoy con la humana que me alimentaba pero ya no estoy en la calle, ahora estoy en el lugar que le genera su olor, huele a comida y a otros animales.
En cuanto me sentí libre de sus manos me escondí en el primer lugar oscuro que encontré, asustado, creí que ya no había salida. "No debía acercarme tanto a sus manos, ni a la comida", repetía en mi mente.
"Cuando menos lo piensen, me escaparé no sé cómo y no volveré a confiar en los humanos, ni en su comida", seguía diciéndome. Me quedé dormido llorando en silencio, enojándome conmigo mismo por ser tan tonto y dejarme agarrar.
Desperté por el olor a la rica comida que había probado días antes y escuche varios maullidos. Las manos volvieron a aparecer para dejarme un plato cerca de mi, no quise salir...pero en verdad tenia hambre y olía delicioso. Espere hasta asegurarme que todo era seguro para salir a comer y regresé a mi escondite.
Conforme pasaban los días me fui acostumbrando al olor, sé que la humana me alimenta e intenta acariciarme y se lo permito para que no me haga daño pero estoy alerta por si se quiere pasar de lista.
Me cae bien porque sus manos son suaves y me mantiene más calientito, además me acaricia con cariño y atrás de mis orejas donde no alcanzo, debo admitir que se siente bastante bien.
He conocido a otros gatos que se ponen afuera de mi escondite y me han dicho que es buena humana, que los alimenta y juega con ellos, pero me da miedo salir a comprobarlo.
Por la noches cuando todo esta tranquilo en la casa, salía a explorar y encontré una caja con cobija y varios juguetes; uno de ellos lo juega Lili, una linda gatita rayada que también llegó hace poco con su hermano Fili. Ella me dijo que es muy divertido estar aquí porque es libre y tiene de comer. Que a la humana le dicen mamá y que debería confiar en ella.
El juguete favorito que me regaló es un pequeño circulo esponjado, que cabe perfectamente en mi boca y me recuerda cuando cazaba en la calle, pero está vez con el estomago lleno y me divierto. Lo guardo en la caja que me puso para que no me lo quite y yo no olvidé donde lo dejo.
Un día la humana me agarro, estaba muy asustado pero no sabía que tenía frío hasta que sentí su calor y de pronto, sentí mucho sueño. Dormí en sus brazos, muy calentito y feliz.
Después de ese día, me empezó a llamar "Frijolito" porque dice que soy pequeño, saltarín y parlanchín. Pero como me sigo escondiendo, una noche, con voz enojada y los ojos húmedos me regaña diciendo que no debo tener miedo, me recuerda la calle y me pongo a reflexionar que ella me está pidiendo que confíe en ella.
No sé cuanto tiempo ha pasado pero me siento muy feliz en esta casa, amo a la humana que ya llamo mamá porque me hace muy feliz. Me ha hecho olvidar el frío, la soledad y el miedo.
Cuando estoy tomando una siesta y ella llega, le gusta acercar su nariz y juntarla con la mía, es de mis momentos favoritos del día porque refuerza mi amor por ella.
Un día, muy temprano subí a la azotea por las escaleras de tubo para jugar con la tierra y las hojas secas, algo brillante en la calle llamo mi atención y bajé por el árbol que está al lado de mi casa para investigar: "Es fácil y rápido", pensé. Me podría subir del otro lado de la casa por el carro que se encuentra en la esquina.
Como el plan lo indicaba, bajé por las ramas como todo un experto, al llegar abajo me olvidé a que iba, o tal vez, lo brillante desapareció, porque sólo recuerdo personas que gritaron, un ruido horrible me asustó y corrí hacía el auto del otro lado de la calle, pero para mi mala suerte, el vehículo no estaba y no tuve más remedio que correr hacía no sé donde.
Me escondí en la llanta, como cuando era pequeño, veía gente pasar, me olvidé que ya no soy más ese pequeño gatito de las calles. Al caer la noche y cuando no hubo tanto ruido, corrí para donde pensé que se ubicaba mi casa, pero cada vez, el olor a mi mamá y mis hermanos se diluye y la tristeza se concentra.
Mi hermana Lili es mi favorita |
Desde que salí de casa y corrí despavoridamente quien sabe a donde, he conocido a otros gatos que no me creen que tenía una casa y una humana que me amaba. Me dicen que lo soñé porque los humanos son malos y que los gatos que tienen casa no están en la calle o tienen un collar para indicar que le pertenecen a un humano.
Lo que no saben esos gatos es que mi mamá intentó ponerme collares pero sólo duraban pocas horas porque ella misma decía que le daba miedo que me fuera a ahorcar o lastimar por querer atarme a algo que no soy yo. No lo decía, pero sé que ella me dejaba ser libre, por eso la amo, porque no me ato a nada y eso mismo me hace odiarla porque a veces pienso que no me ha buscado o que no le importo por eso no sé donde está, hay momentos en el día que creo olerla u oírla pero no sé de donde viene su esencia, me aterra salir y encontrarme con humanos malos y mejor decido mantenerme a salvo. No pararé de buscarla.
Yo con un mes de estar en casa con mi caja y mis juguetes |
He conocido a pocos humanos malos que me corren por ser negrito. Vivo entre basuras que me abrigan de la lluvia, un poco del frío y me alimentan. Sueño todos los días con mi humana y sé que la encontraré.
También me he hecho amigo de algunos gatos que me comparten su comida, algunos humanos dejan alimento y robo poco, como lo más rápido que puedo para evitar que me atrape un humano malo, un perro asqueroso u otro gato gañan que se crea dueño de la comida.
Un día, llegué maullando muy fuerte a una casa enorme con un patio porque pensé que era mi hogar, creí que mi mamá o Lili saldrían corriendo a recibirme y que por fin, esta tortura se acabaría. Pero me equivoqué, hay una señora muy gentil que me alimenta, guarda distancia y me respeta. Podría acostumbrarme a estar aquí porque no tengo que pelear con otros gatos, sólo hay una perrita a la que le platicó mi historia y dice que sus amas son buenas personas y que no tengo que temer.
Una tarde, escuché la voz de una mujer, me emocioné porque pensé que podría volverme a encontrar con mi mamá, desde que me fui, no hay día o momento que no piense en ella y sé que ella también piensa en mi. A veces si me da miedo que se haya olvidado, cansado de buscarme o de plano, ni hacer el intento, pero mi corazón me dice que me equivocó y mantengo la fe de volver a encontrar mi casa, mi mamá y a mis hermanos.
La mujer que fue a verme no es mi mamá, ella busca a otro gato llamado Gustavo, se ve muy triste y decepcionada porque no soy quien busca.
Creo que pasaron 3 días cuando estaba recostado en el pasto, escondido entre las maderas pensando en mi mamá y que tenía un poco de hambre cuando de pronto escuché un sonido conocido, "bishi bishi" se oyó y me puse alerta, levanté las orejas lo más que pude para ver de donde provenía el sonido, llegué a pensar que estaba soñando otra vez con mi mamá.
Pero por instinto maullé muy fuerte y salí de mi escondite para ver si era real o estaba soñando, "Frijolito" me llamó y maullé aún más fuerte respondiéndole, y ahí estaba, la humana que me llevó a su casa cuando era pequeño. Se veía un poco diferente, no sé bien que era, pero su cara era la misma, asustada como yo, de lejos podía leer el corazón roto que traía y se unió con el mio que se había partido por la mitad.
Maullaba y maullaba feliz porque me había encontrado, levanté mi colita como lo hacía siempre, pero aún así tengo miedo de acercarme porque que tal y es una impostora, la estoy alucinando y me lleva a otro lugar que no es mi casa.
Me da la comida rica húmeda, ¡Es ellaaaa! me siento muy muy feliz, me persigue un poco, me escondo entre los troncos en los que solía dormir y tomar el sol estos días, se acerca segura, sabe que soy yo porque me llama por el nombre que me eligió.
Imagen creada por IA para tratar de ejemplificar un poco lo que sucedió en ese momento |
De un jalón me mete en una horrible jaula que siento que apenas quepo, pero huele completamente a mi casa, me acaricia y no puedo describir lo feliz que estoy porque la volví a encontrar y sentir sus caricias detrás de mis orejas.
Voy en la jaula viendo casas que no conozco pero me llegan olores conocidos que me recuerdan lo que he vivido y me siento más agradecido por ir con mi mamá que me dice que me estuvo buscando todo este tiempo. Desearía que me entendiera para poder contarle las historias que viví, los gatos que conocí y que en el mundo de los gatos, se oían rumores que una humana loca buscaba a un gato, pero nadie me sabía decir de donde era o hacía donde iba.
Con mi mamá después de reencontrarla |
Llegué a casa y como si el tiempo ni hubiera pasado, me volví a meter debajo del sillón que se hizo pequeño porque ya no entró tan fácil como aquellos días. La voz de mi mamá diciéndome una vez más que salga, llora de felicidad, no puede creer que soy yo. Me saca del mismo sillón que me regañó llorando para abrazarme, besarme y ronronearme una vez más como si fuera la primera vez.
Me acerca su nariz y la uno con la mía, inmediatamente empiezo a ronronear y decirle lo mucho que la he extrañado, que llegué a pensar que no la volvería a ver jamás y que ya no se separé de mi por favor.
Mi mamá dice que fueron meses los que me perdí, por lo que entiendo fue mucho tiempo y tal vez si porque mis hermanos y la casa está cambiado pero lo esencial sigue y no puedo creer lo mucho que extrañé a todos. Incluso tengo hermanos nuevos, Bombón me cuenta lo mucho que mi mamá me extraño y que ella la ha cuidado. Lili está enojada conmigo pero ya se le está pasando y ahora ya traigo un collar que no sabía lo muy importante que me hace sentir, así ya no me separaré de mi mamá 🩵.
Es una historia extraordinariamente hermosa por haberlo encontrado, y triste a la ves porque hay animalitos perdidos sufriendo en lugares inimaginables y tanto humanos como mascotas siguen separados. Y este final no es el mismo para otros y es de lamentar el sufrimiento de ambos.
ResponderBorrarLo sé :( soy muy muy consciente de la enorme suerte que yo tuve y no me canso de agradecerlo. De verdad que intento ayudar lo más que se pueda a que más personas se reúnan con sus mascotas porque conozco la angustia, tristeza y desesperación por la que se pasa al no tener noticias de tu amigx felino o canino.
BorrarGracias por comentar <3